¿Por qué los padres odian los tatuajes?

Hace algunos años, transformar tu piel en un lienzo de tatuajes significaba un gran número de consecuencias que afectaban no sólo la forma en que los demás te veían, sino el trato que te daban.

La discriminación hacia las personas con tatuajes se basaba en la estigmatización, con la cual llegaba a considerarse cualquier tatuaje como un símbolo de rebeldía o hasta una marca con la que se diferenciaba a los criminales. Evidentemente, esto resultaba perjudicial para las personas que intentaban encajar en un mundo donde la ignorancia aún relacionaba los tatuajes con lo negativo.

Afortunadamente hoy podemos convivir en una apertura mucho más amplia basada en el respeto y la tolerancia hacia las personas que tenemos tatuajes. De hecho, denunciar algún tipo de discriminación, ya sea laboral o social, es parte de lo que ha generado este gran cambio en el que tener tatuajes no te hace más ni menos capaz, tampoco te convierte en una mala persona, no quiere decir que carezcas de inteligencia, responsabilidad o compromiso y en ningún momento te convierte en una persona con menos calidad humana.

Por lo tanto, no existe ninguna razón por la que tatuarse suponga algún obstáculo, pues aunque varios continúan teniendo esa creencia infundada, la realidad es que los tatuajes no te hacen ni mejor ni peor persona.

A pesar de ello, muchos padres desaprueban rotundamente que sus hijos decidan tatuarse y aunque nosotros no tratamos de convencerlos de lo contrario ni aconsejarte que lo hagas sin su consentimiento, sí te daremos algunas razones por las que tus padres se niegan a apoyar tu decisión.

Por estética:

A tus padres les preocupa que alteres o modifiques tu piel porque para ellos siempre serás la persona más hermosa del universo, así que por una cuestión estética no les gustaría que marcaras tu cuerpo para siempre.

Por seguridad:

El gran miedo que tu familia tiene de que te contagies de alguna enfermedad por el uso inadecuado (antihigiénico) de las herramientas que los artistas del tatuaje utilizan es algo que jamás desaparecerá.

Por protección:

Anteriormente las únicas personas que se tatuaban pertenecían a grupos específicos, como los presos, los delincuentes, las tribus urbanas o algunas culturas ajenas a la nuestra. Es por eso que tus papás jamás querrán que te “confundan” con alguien así, al final su intención es protegerte de cualquier cosa.

Por tu futuro:

Aunque muchas empresas no tienen ningún problema con los tatuajes, hay otras que aún siguen discriminando a las personas que los llevan, pues desde malos tratos hasta impedirles competir por una vacante es lo que las personas tatuadas aún sufren en algunos lugares. Enfrentarse al mundo laboral y a la vida adulta de por sí es complicado, por lo que tus padres pensarán que tatuarte significara un obstáculo más para tu futuro.

Por mitos:

Por otro lado, también existen muchos mitos con los que los padres intentan convencernos algunas veces; anteriormente se creía que si te tatuabas o perforabas jamás podrías donar sangre, por lo que era como proclamarte insano para siempre. Realmente esto es un mito que algunos años vaciló como una verdad que apabulló a varios antes de hacerse un tatuaje.

Tatuarse siempre será una decisión importante que debes tomar responsablemente. Las consecuencias de nuestros actos siempre serán las que nosotros decidamos afrontar y si no estás seguro de poder lidiar con ellas, es preferible que esperes a sentirte totalmente capaz de hacerlo para entonces decidirte por tu primer tatuaje.

Entre más información como ésta tengas sobre todo lo que implica tatuarte, será más probable que logres convencer a tus padres o a quien quieras de que apoye tu decisión.