En la actualidad los tatuajes se pueden considerar una implementación del diseño en la piel no sólo como una marca o un simple adorno, sino como un elemento que se volverá parte del conjunto en general de la persona al lograr un estilo más elegante.
Aunque algunos sólo buscan plasmar nombres, conexiones con personas, símbolos de protección o sólo imágenes “bonitas”, otros buscan definir moda y estilo aunado a un diseño artístico que no solo sea agradable, sino que pueda interactuar con el resto del outfit.
Los diseños ostentosos con demasiados colores impiden una implementación adecuada en el estilo personal. Los tatuajes minimalistas, de poco color, o los que toman patrones curvos que no cambian son los que mejor pueden ser combinados.
El estilo ya no sólo es definido por prendas o el cabello, el tatuaje se convierte en un accesorio más que, definitivamente, debe ser elegido de la manera más apropiada si se busca crear un look definitivo que pueda alternarse durante muchos años.
La permanencia puede ser un riesgo, así que debemos aprovechar de la mejor manera.